Envejecer no es necesariamente una razón para dejar de conducir.
Si bien los conductores mayores mantienen sus licencias por más tiempo y recorren más millas en sus autos que en el pasado, la cantidad de accidentes fatales que involucraron a conductores de 70 años o más ha disminuido significativamente desde mediados de la década de 1990, según un estudio de junio del 2021 (enlace en inglés) del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS).
Aun así, los índices de choques fatales por millas recorridas tienden a aumentar considerablemente después de los 70 años y alcanzan su máximo entre los conductores de 85 años o más, según datos del IIHS.
Debido a que quieres asegurarte de que tu ser querido no se convierta en una de esas desafortunadas estadísticas, debes tomar una actitud proactiva para asegurar que tu padre, madre, pareja o cónyuge aún estén en condiciones de conducir.
Para muchos conductores mayores, conducir es una forma de independencia y a veces incluso una fuente de orgullo, por lo que es un tema delicado.
Si es posible, "haz que el médico de tu ser querido aborde el tema. Como profesionales de la salud, debemos aceptar la responsabilidad de conversar sobre este tema”, dice George T. Grossberg, director de Psiquiatría Geriátrica de la Facultad de Medicina de St. Louis University en Misuri. Si el médico de tu ser querido no habla del tema, pídele que lo haga.
No es realista confiar en que tu ser querido te entregará las llaves en el momento adecuado. Algunos adultos mayores lo harán, pero otros no.
"A medida que envejecemos, tendemos a desarrollar una visión más positiva de las cosas. El problema es que eso nos da una falsa sensación de seguridad cuando se trata de cosas como conducir", dice Gary J. Kennedy, director de Psiquiatría Geriátrica del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York.
"El envejecimiento normal está asociado con la disminución del tiempo de reacción, los problemas de visión y la disminución de la audición, todo lo cual pone a alguien en riesgo a causa de otros conductores", agrega.
Además, ciertos trastornos —como la artritis, las enfermedades cardiovasculares, la demencia, el glaucoma y la degeneración macular, la enfermedad de Parkinson o un derrame cerebral— pueden comprometer la capacidad de conducir de una persona. "Mientras más medicamentos tomes y más enfermedades tengas, mayor será el riesgo de conducir", afirma Kennedy.
El factor decisivo: si se permite que los nietos viajen en el auto cuando conduce el adulto mayor.
Si los nietos no pueden viajar con el conductor mayor, "este es un claro indicador de peligro, y es hora de que esa persona deje de conducir, no solo por el bien de los nietos del conductor, sino por el de todos los demás niños en la carretera", explica Kennedy.
Si te preocupa que un adulto mayor conduzca, haz un mandado con el conductor para medir su tiempo de respuesta y tu confianza general en la competencia de tu ser querido, aconseja Sara M. Bradley, profesora adjunta de Medicina Interna General y Geriatría de la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern University, en Chicago.
Si aparecen señales de alerta durante el viaje, aborda la conversación más tarde. Señala con delicadeza que estás preocupado por la vulnerabilidad de tu ser querido en la carretera y su capacidad para proteger a los pasajeros contra otros conductores potencialmente más agresivos.
Observar que los cambios cognitivos o de habilidades motoras que están experimentando los ponen en mayor riesgo por parte de otros conductores es "una mejor manera de enmarcarlo que decir: 'Estás en peligro'", recomienda Kennedy. "De esa manera, se sienten menos atacados".
También vale la pena animar a los seres queridos mayores a que respondan un cuestionario de autoevaluación de la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras - enlace en inglés), para ver si algún síntoma potencialmente problemático podría afectar su capacidad para conducir. AARP también ofrece cursos de seguridad en línea (enlace en inglés) para conductores mayores; los cursos presenciales (enlace en inglés), que se suspendieron por la pandemia de COVID-19, se reanudarán en enero del 2022. Aprobar el curso podría reducir la prima de seguro del automóvil.
"A veces son conscientes de que pueden tener problemas para conducir, y si se aborda como un diálogo continuo, tienden a ser más receptivos", expresa Bradley. Los seres queridos pueden reconocer algunas de las señales en sí mismos y darse cuenta de que han estado sintiéndose menos seguros al conducir bajo ciertas circunstancias.
Además, puedes animar a tu ser querido a que se someta a una evaluación de conducción para adultos mayores. A menudo están disponibles en los hospitales y son administradas por terapeutas ocupacionales o especialistas en rehabilitación de conductores.
"Estas evaluaciones no tienen nada que ver con la licencia", explica Grossberg. Saber esto puede aliviar la resistencia de las familias a hacerse una.
La evaluación podría "encontrar que la persona conduce de manera segura, pero no de noche o en áreas que no conoce", dice Grossberg. En otras palabras, tu ser querido podría darse cuenta de que necesita restricciones en su manera de conducir en lugar de dejar de hacerlo por completo.
En algunos casos, el especialista "puede sugerir adaptaciones para el vehículo que hacen que conducir sea más seguro para la persona", dice Bradley.
Treinta y siete estados y el Distrito de Columbia tienen provisiones especiales para conductores mayores. Por ejemplo, Maryland requiere un examen de visión para renovar la licencia a partir de los 40 años. Además de las pruebas de visión, los requisitos también pueden incluir la renovación en persona de la licencia, la renovación más frecuente y pruebas de conducción en carretera, según la GHSA (Asociación de Seguridad Vial del Gobernador - enlace en inglés).
Si se hace evidente que tu ser querido necesita dejar de conducir, puedes ayudarlo a encontrar maneras prácticas de lidiar con ello. Tal vez puedas utilizar los servicios en internet de entrega de comestibles, buscar a un amigo o familiar para que intervenga y conduzca, o hablar con un líder religioso para encontrar otras maneras de que tu ser querido pueda llegar a su lugar de culto.
Ayuda a configurar una cuenta para llamar un taxi, Lyft o Uber en el teléfono inteligente de tu ser querido y enséñale a usarlo si necesita ayuda.
"En lugar de decir 'detente', di 'déjame ayudar'", aconseja Kennedy.
Stacey Colino es escritora independiente galardonada que se especializa en salud, psicología y asuntos familiares. Su trabajo ha sido publicado en decenas de revistas nacionales, páginas web y libros.
Recursos y programas para ayudarte a cuidar de un ser querido – descarga la guía.
Prepárate y planifica con tiempo el cuidado de un ser querido– descarga la guía.
Evalúa tus opciones de hogares de cuido para tu ser querido – descarga la guía.