Felicitas Obregón: 40 años de trabajo y sacrificios

AARP, en colaboración con la organización sin fines de lucro StoryCorps, lanza “Vivan Las Voces,” un proyecto dedicado a capturar diversas historias y experiencias de la comunidad latina a nivel nacional, preservar su historia e inspirar a las generaciones futuras.

Felicitas Obregón creció en una zona rural de Guanajuato, México, y fue una de siete hijos en su familia. A los 8 años, se vio obligada a abandonar la escuela para ayudar a cuidar de sus hermanos. Al asumir esta función parental, Felicitas aprendió a cocinar y limpiar, mientras que su padre trabajaba para mantener a la familia.

Unos años después, Felicitas se mudó a la Ciudad de México para trabajar como costurera; cada mes enviaba dinero a su padre para ayudar con los gastos familiares. Después de cinco años en la Ciudad de México, Felicitas decidió que era hora de dirigirse hacia el norte para ganarse la vida en Estados Unidos. Se casó y después se mudó a Chicago, donde dio a luz a su único hijo Álvaro, la luz de sus ojos.

El esposo de Felicitas falleció cuando Álvaro era niño y se encontró sola en un nuevo país con la necesidad de cuidar de su hijo. Decidida e incansable, Felicitas trabajó en fábricas durante 40 años hasta que se jubiló a pedido de su hijo. 

Felicitas, ahora de 90 años, fue invitada a participar en el proyecto de historia oral de AARP, Vivan Las Voces, dedicado a preservar las diversas historias y experiencias de la comunidad latina, en colaboración con StoryCorps.

Escucha la historia: https://drive.google.com/file/d/1IEiphMGEbMtWux2Oj_5kg9z9-tBokO2z/view

A Mother Shares Memories of Her Childhood in Mexico & Making a New Life in the United States

Growing up in rural Guanajuato, Mexico, Felicitas Obregón was one of seven children in her family. At age 8, she was forced to leave school to help care for her siblings. Taking on this parental role at home, Felicitas learned to cook and clean, while her father worked to provide for the family.

A few years later, Felicitas moved to Mexico City to work as a seamstress; each month she would send back money to her father to help with family expenses. After five years in Mexico City, Felicitas decided it was time to head north to make a life for herself in the U.S. She married then moved to Chicago where she gave birth to her only child Álvaro, the apple of her eye.

Felicitas’ husband passed away when Álvaro was a young boy and she found herself alone in a new country having to provide for her son. Determined and hardworking, Felicitas worked in factories for 40 years until she retired at the request of her son. 

Felicitas, now 90, was invited to participate in AARP’s Vivan Las Voces oral history project, which is dedicated to preserving the diverse stories and experiences of the Latino community, in collaboration with StoryCorps.

Listen to her story: https://drive.google.com/file/d/1IEiphMGEbMtWux2Oj_5kg9z9-tBokO2z/view